Respuesta a columna del Sr. Sebastián Gray en El Mercurio 25 de junio, 2022, publicada el El Libero (editada).
Edificio Protección Mutua destruido 2015 |
Lamentablemente en democracia hemos aceptado la destrucción de bienes sin siquiera pretender tener como objetivo el progreso de la sociedad y sus ciudades. Como por ejemplo, la destrucción del edificio de Vicuña Mackenna 20, durante el periodo del rector de la Universidad de Chile, Sr. Ennio Vivaldi; o la demolición en el año 2015 del edificio Protección Mutua (inmueble de conservación histórica) por el Sr. Max Marambio (MIR), dueño de negocios inmobiliarios. La mención de las afiliaciones políticas de quienes impulsaron tales demoliciones no debería tener relevancia, excepto que el Sr. Gray atribuye este tipo de acciones a lo que él llama una vorágine capitalista.
La destrucción es siempre problemática y cuando esta se ampara en decisiones de gobierno podemos al menos asumir que ha sido estudiada para maximizar los beneficios. Pero, esas demoliciones no se pueden comparar con aquellas que persiguen fines ideológicos, para lo cual se ha impulsado el terrorismo urbano, arriesgando vidas y destruyendo, eso no tiene lógica, ni talento, ni perdón.
Volviendo a las afirmaciones del Sr. Gray, considero que la incoherencia de sus ejemplos e incompatibles comparaciones demuestran falta de rigor, doble estándar y por ende deshonestidad intelectual. Eso, tanto como su apología al odio y a la destrucción, yo rechazo con vehemencia.
Directora del Instituto de Historia y Patrimonio, U. Chile