12.7.21

PREGUNTAS URBANAS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS. RESPONDIENDO A LA CRISIS DEL ESPACIO PÚBLICO

En mayo 2020, los profesores Darko Radovic (Keio University, co+re) y Davisi Boontharm (Meiji University, co+re) me invitaron a ser parte de una mesa de discusión en la que hablaríamos de nuestras (entonces recientes) experiencias con la pandemia y las restricciones que ésta imponía en el mundo y en particular, al uso del espacio público. Esto fue poco después de entrar en la cuarentena originada por la pandemia y cuando todo aún parecía un mal sueño, una distopia propia de una película de ciencia ficción y a la cual poco a poco nos fuimos acostumbrando. 

Plaza de Armas a mediodía (17.04.2020), Santiago Chile

Las conversaciones fueron elocuentes y las miradas diversas debida a la experiencia de cada uno, nuestra ubicación geográfica, cultura urbana, número de muertes que se reportaban a diario y niveles de confinamiento, que en esos momentos eran altos para todos. Había mucho en común entre lo que pasaba en Milán, Singapur, Ámsterdam, Ljubljana, Tokio, Quito, Copenhagen, Melbourne, Bangkok, o Santiago de Chile. La pandemia había detenido de alguna forma otros acontecimientos nacionales para enfocarnos todos en ese desafío global. Sin embargo, tanto en Hong Kong, como Quito y Santiago la pandemia había llegado en momentos críticos donde estas ciudades atravesaban por distintos tipos de insurrecciones urbanas. En Santiago y otros centros urbanos nacionales—como resultados de la insurrección, la violencia que se tomó las calles, la destrucción de edificios, monumentos, comercio, transporte y mobiliario público, entre otros—, una especie de cuarentena ya se había impuesto y ponía límites al uso del espacio público desde octubre del 2019. En ese contexto interrumpe la pandemia, infligiendo otro tipo de miedo y una cuarentena que, de alguna forma trágica, traía algo de calma al centro de Santiago y también a sus periferias. 

A partir de estos distintos escenarios se conversó desde una mirada disciplinar. El espacio público que estaba fuera de nuestro alcance acentuaba las exigencias al espacio privado y nos hacía reflexionar sobre la intersección entre lo público y lo privado. Esa intersección inescapable porque en las urbes, el espacio residencial reduce cada lugar a una función definida, y a menudo a más de una función. Lo que podría ser aceptable en situaciones normales, se convierte en un desafío cuando todos los que comparten esa vivienda están permanentemente dentro de ella y a las actividades domésticas se suman las actividades de trabajo, estudio y esparcimiento. 

Plaza de Armas a mediodía (17.04.2020), Santiago Chile

De estas reflexionas era natural deducir que el espacio doméstico se encuentra sobrexigido y que no es el cualquier tipo de espacio público el que puede ayudar a descomprimirlo, sino un espacio público cercano, relativamente introvertido y contenido. Lo que siempre supimos, pero que no habíamos ponderado en toda su magnitud, en esta situación de confinamiento de un día para otro adquirió una importancia significante. Entonces el balcón empezó a ser indispensable, la plazoleta local que puede ser gestionada para ser visitada por grupos y familias en distintos horarios, el pasaje que se puede cerrar para que los niños, tomando las debidas precauciones, puedan jugar y andar en bicicleta. Hasta los zaguanes de los edificios de Milán tomaron una nueva connotación y su uso fue documentado fotográficamente por la Prof. Antonella Bruzzese. Y, cuando nuestros cuerpos están confinados, nuestras miradas nos pueden trasladar más allá de las cuatro paredes, entonces el balcón ya no sólo sirve para secar ropa y darnos un respiro, sino también para alejarnos de lo inmediato—eso si contamos con una vista lejana—. 

Las conversaciones nos llevaron a cuestionar también el valor que asignamos a los grandes espacios urbanos, esos que nos motivan a visitarlos, por sus galerías, sus restaurantes, teatros, comercio, servicios y bullicio—todos necesarios para la vida colectiva y la vitalidad urbana. Lugares de consumo, desde un café, al consumo de la cultura, y que en pandemia se convierten en zonas de riesgo, las que son evitadas y que nos obliga a revalorizar lo cercano, lo local, lo familiar y con ello el fiel negocio de la esquina. 

Captura de pantalla durante una de las reuniones. Fuente: artículo original 

Agradezco la oportunidad de haber podido compartir con excolegas y con una mayoría a quienes no conocía, entre ellos Arq. Kengo Kuma y Arq. David Sim, director creativo de la oficina Gehl, quienes con generosidad compartieron sus agudas reflexiones, las que provenían tanto desde su experiencia y observaciones directas, como de lo que iban recogiendo de sus improvisadas y creativas investigaciones, y que a pesar de las restricciones del momento comenzaron a tomar forma.


El The Journal of Public Space, es una revista de acceso público (Open Journal Systems), patrocinada por UN Habitat y que tiene su base en Italia. El artículo original se encuentra en: https://www.journalpublicspace.org/index.php/jps/article/view/1362 


Radović, D., D.  Boontharm, D. Klomp, A.  Bruzzese, S.  Cairns, A.  Fikfak, K.  Kuma, B.  Maturana, et al. "Urban Questions in the Times of Coronavirus. Responding to the Crisis of Public Space." The Journal of Public Space 5, no. 3 (2020): 233-248.



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