Las
palabras construyen realidad y en vez de ser la salud (ciencia) la protagonista
en la preservación de lo “social”, en el nombre de “Mesa Social COVID-19” se
expresa lo contrario, donde lo “social” definirá las medidas de salud. Esta
situación no es menor y los profesionales de la salud y académicos deberíamos
saber que el orden y elección de las palabras sí altera el foco del problema y
por ende su resultado—lógica sin la cual los artículos científicos no tendrían
valor alguno—.
Este
embrollo de conceptos y de sus jerarquías—lo que se ha convertido en un vicio insufrible
en la retórica política—no es pertinente en momentos en que el liderazgo debe
yacer en la racionalidad de la ciencia, el conocimiento experto y la
objetividad. Esta mesa social habla mal de los juicios y rigor que deben
regir este desafiante momento, lo que naturalmente podría poner en duda los
procesos y sus posibles resultados.
El
buen trabajo realizado por el gobierno (hasta ahora en manos de persona idóneas),
se ve comprometido cuando acepta sandeces como ésta, cuyo nombre además se
asocia a una “mesa social” ligada de una forma u otra, a la violencia,
destrucción de infraestructura (incluyendo infraestructura de salud) y la erosión
de la economía del país durante los últimos 5 meses. Las palabras importan y
debemos ser cautelosos en su uso para no convertirnos en vehículos de
consolidación de realidades nefastas las que lamentablemente conocemos muy bien.
Fuente imagen: Ministerio de Salud, 22 marzo, 2020 |
Sobre al anuncio del Gobierno: https://www.minsal.cl/se-inaugura-mesa-social-por-covid-19-y-acuerdan-sesionar-dos-veces-por-semana/