24.6.23

Reflexiones sobre el reportaje “Mi alumno, el hijo de narco”

Carta enviada al diario La Tercera, no publicada.

En relación con el reportaje “Mi alumno, el hijo de narco”, la situación descrita es aterradora, tanto para esos jóvenes que no encuentran más opción que la delictiva, como para el país, que ya carga con generaciones de personas incapaces de aportar, sino para aumentar la inseguridad y el crimen. 

Fuente: Artículo en La Tercera, 21.05.2023

El silencio del Mineduc, en este reportaje es elocuente. Un silencio que se podría traducir como complaciente y que demuestra, una vez más (como en el caso de los liceos emblemáticos), su falta de iniciativa y compromiso en la mejora de la educación. Por su parte el Pdte. del colegio de profesores, Sr. Carlos Díaz, no hace más que repetir vetustos eslóganes que más que iluminar revelan la disonancia entre la realidad en terreno y su ideología, la cual trata de imponer obviando la tragedia de estos jóvenes a las que no hace referencia, sino en la medida que le son útiles a su discurso anti capitalista.

Entre sus dichos el Sr. Díaz cita el modelo "competitivo y segregador”, educación como mercancía, educación que según él no es “un derecho” (lo que es una falta a la verdad), “escuelas para la élite", ninguno de los cuales apunta al problema descrito en el reportaje, ya que estos estudiantes y sus familias distan mucho de siquiera aspirar a los colegios que él llama élite. El problema es otro Sr. Díaz, y le pregunto ¿dónde están sus propuestas educativas? 

El elefante en la habitación, que no menciona el reportaje, es de la falta de trabajo mancomunado entre los distintos ministerios para enfrentar la creciente actividad narco delictiva en el país (homicidios, extorsión, secuestros, tortura, miedo). Tampoco se menciona el vínculo entre algunos políticos y sus partidos en el apoyo entregado a alcaldes reconocidos por su asociación ilícita con grupos narcos; o la permisividad de un gobierno que enaltece el rol de los criminales al permitir que éstos determinen uso de espacio público (funerales) con la subsecuente suspensión de clases.   

¿Dónde queda la responsabilidad del gobierno en asegurar la seguridad de las personas; la aplicación de la ley en contra del crimen; los incentivos y ayuda a los profesores para que puedan educar en esas condiciones extremas; la protección del derecho de los niños y jóvenes para vivir en un ambiente seguro que brinde opciones educativas, motive el uso de la razón, el respeto por el otro y la paz; un ambiente que pudiera enaltecer sus vidas? 

Es de esperar que algún día el gobierno responda por su responsabilidad en el futuro delictivo de estos jóvenes y con ello, en el deterioro de la seguridad y la violencia que los chilenos enfrentamos a diario. 

Artículo citado: https://www.latercera.com/la-tercera-domingo/noticia/mi-alumno-el-hijo-de-narco/Y52S57327ZHQTDRPT2JSZOR56E/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=twitter-dogtrack



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